Leyendo y releyendo

Como ya lo había dicho, no esperaba que me respondieras, mucho menos que me dijeras que si podías llamarme...

Me dijiste justo lo que quería escuchar: que me pensabas, que te daba nostalgia pensar en mi, que te fuiste dejando inconcluso esto (esto ultimo es lo que yo quise entender), me preguntaste ¿Cuando vienes? como si estuviéramos a la vuelta de la esquina... me fue tan reconfortante escuchar tu voz, saber que estas bien y que si me piensas un poquito.

Tuve tantas ganas de abrazarte, de que no estuvieras a miles de kilómetros, tuve tantas ganas de ti.
No paro de leer nuestra pequeña conversación, no paro de sonreir.
#CartasSinDestino